
GUSTAVO BECERRA
De sólida formación acadĆ©mica en el Conservatorio Nacional de MĆŗsica, su trabajo creativo es muy amplio y cubre un perĆodo muy extenso, por lo que ya en 1971 obtuvo el Premio Nacional de MĆŗsica, siendo el mĆ”s joven ganador de dicha distinción. Su obra cubre ademĆ”s obras para muchas combinaciones instrumentales tradicionales y tambiĆ©n la electroacĆŗstica, en lo que se ve su apertura hacia las sonoridades modernas, hacia lo vernĆ”culo y tambiĆ©n a las formas mĆ”s clĆ”sicas, como cuartetos de cuerda, sinfonĆas, tres óperas, cantatas, oratorios y algunos conciertos. Su Ćŗltimo perĆodo fue riquĆsimo en experimentaciones formales de amplio espectro.
Su primer trabajo para el cine fue un encargo prestigioso: la mĆŗsica del documental del cĆ©lebre realizador holandĆ©s Joris Ivens A ValparaĆso, junto al francĆ©s Georges Delerue. El trabajo algo irregular (principalmente por el desapego del francĆ©s a las atmósferas de la pelĆcula), no lo dejó completamente satisfecho, pero reincidirĆa en el cine gracias al cineasta Sergio Bravo, del departamento de Cine Experimental de la Universidad de Chile, en la que Becerra trabajaba. De la colaboración mutua destaca LĆ”minas de Almahue, hermosa obra de singular estructura para la que Becerra compuso, con gran sensibilidad, una serie de temas variados de concentrada instrumentación, que se adherĆan perfectamente al mundo campesino del documental, que estaba mostrado como un cosmos regulado por leyes naturales, las que rĆtmicamente iban articulando el hacer humano. Un ejemplo entre creación y tradición como no se suelen ver a menudo en el cine chileno. Posteriormente insistirĆa en el cine con bastante frecuencia hasta que su designación como agregado cultural de la embajada chilena en Alemania del gobierno de la Unidad Popular lo alejara definitivamente del paĆs. DespuĆ©s del golpe de estado ya no residirĆa mĆ”s en Chile, pero continuarĆa con su trabajo acadĆ©mico y creativo con particular devoción.